viernes, 10 de diciembre de 2010

Copiar para crecer, copiar para creer

Un equipo es un grupo que interactúa con y dependiendo unos de otros. Claro, siempre detrás de una meta en común y conformando un círculo que abarque ciertas pautas importantes como el compromiso, la diferenciación con nuestros pares, el respeto y la solidaridad. Pero cómo sostener un plan de trabajo cuando parece que para los dirigentes, instituciones o asociaciones deportivas, el proyecto, expresión que está tan de moda, no se avala más que con palabras. Y sabemos que a las palabras se las lleva el viento.
Ahora bien, podemos tener un grupo humano ideal, pero si ese grupo no se transforma en un verdadero equipo -léase las individualidades en servicio de la cohesión grupal- las metas sólo serán un espejismo más en el oasis del palabrerío. Porque el verdadero crecimiento se nota cuando las acciones son consecuentes con las ideas.
Es que todo va de la mano. Desde la máxima figura que se sienta detrás de un escritorio, pasando por el jugador más exitoso hasta llegar al utilero de turno. El compromiso es el mismo para todos. Es una cadena de responsabilidades en la que, en lo posible, ningún eslabón debe cortarse.
No es casualidad, a caso, el éxito del Barcelona, de España, máximo exponente del buen juego en esta época. Desde La Masía, lugar donde germinan las semillas del futuro, trabajan a partir de una ideología y un concepto de juego y equipo, que respetan y priorizan por sobre todas las cosas. Puyol, Xavi (aquí me quito el sombrero), Víctor Valdés, Iniesta, Messi, Piqué, Busquets y Pedro. Ocho de los once jugadores titulares surgieron de las divisiones inferiores, incluido Guardiola, su técnico. El ejemplo es elocuente.
¿Podemos en Argentina tener como referente al Barcelona y, de esta manera, empezar a crecer? Claro que se puede. Estudiantes, Vélez, Lanús o Banfield son los ejemplos más sobresalientes por los logros conseguidos. Sin embargo, con políticas coherentes, humildad, objetivos claros y sin ambiciones desmedidas, instituciones como Godoy Cruz, clasificado para jugar la próxima Copa Libertadores y All Boys, revelación en el actual Torneo en su primera campaña en la máxima categoría, nos permiten creer que no todo está perdido. Aunque no sobren los ejemplos, aunque todo cueste, la iniciativa de unos pocos es la esperanza de muchos.

   

2 comentarios:

  1. Anónimo16:03

    "La iniciativa de unos pocos es la esperanza de muchos", es muy cierto, y con una iniciativa limpia de corrupción, intereses personales, especulaciones y otros vicios de todo negocio millonario, creo que es muy posible. De hecho tenemos ejemplos de que lo es, pero requiere mucho esfuerzo, coraje y decisión.

    Saludos!

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  2. Bueno, yo de deportes no entiendo nada, pero me quedo con tus palabras sobre los equipos, el compromiso y la cohesión. Son cosas que deberían estar en tantos ámbitos.
    Muchas suerte con el blog
    Besoos!

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